Día Mundial de los Refugiados
 
Nuestro país ha tenido siempre una tradición hospitalaria y de brazos abiertos. En este día les damos las gracias por estar aquí y nos sentimos realmente orgullosos de que hayan decidido caminar por México.
 
Margarita Zavala Gómez del Campo
 
Toda historia tiene un inicio, un desarrollo y un final, en otros términos podemos decir que toda historia tiene un pasado, un presente y un futuro. La diversidad de combinaciones la hace única, ninguna es igual a la otra, a veces el que las cosas cambien puede ser una tragedia o una oportunidad. Es como si de pronto se arrancaran las páginas de un libro para ponerlas en otro y  hacerlas embonar a una historia diferente.
 
El Día Mundial del Refugiado es un punto del calendario en el que nos permitimos hacer una pausa en este tema. En  las historias que son arrancadas de súbito del libro que las tiene, se desgarran corazones, se complican vidas, se dividen familias, todo va acompañado de un dolor incomprensible y difícil de explicar.
 
Sin embargo, cada vez existe una mayor conciencia en el tema; y asumimos que la historia de los refugiados nos afecta a todos. No es pensar sólo en quien ha de dejar su país por circunstancias ajenas a su voluntad, sino en seres humanos que deben ser recibidos con brazos abiertos.
 
El refugiado llega con una historia truncada y en el mejor de los casos llega con pertenencias personales; pero trae su historia a cuestas y su vivir. Los motivos son tan variados como los podamos imaginar, podemos enlistar grandes tragedias, desastres naturales,  guerras. Esas historias son parte del pasado, el presente en cambio tiene que ver con el país, en este caso con el México que los recibe.
 
Nuestro país ha tenido siempre una tradición hospitalaria y solidaria. La hospitalidad tiene que ver con el estar dispuestos a recibir, sabiendo que los haremos parte de nosotros, de nuestra identidad,  respetando siempre su identidad y  su pasado. Los necesitamos como son, con su cultura,  con su historia y con su pasado, con su manera de hablar, de cantar y  de decir las cosas, así los queremos, así los debemos integrar.
 
Hoy, en el Día Mundial del Refugiado, les damos las gracias por estar en nuestro país. Nos sentimos realmente orgullosos de que hayan decidido caminar por México. Sabemos que esto implica estar dispuestos a  adaptarse a un nuevo medio y eso no siempre resulta fácil,  aun cuando se trate de pueblos y culturas semejantes. Por eso decidir pedir refugio,  es decidir emprender una nueva lucha. Pedir refugio es un  clamor  que expresa el  deseo de ser uno mismo en libertad.
 
Procuremos siempre que éste presente tenga la puerta abierta al futuro, a un futuro noble, a un futuro prometedor que nuestro México ofrezca. Tenemos que ser capaces como país de atender humanamente a quien así lo necesita.